![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyF_AKBsKIaugFrH3hHFv4g81HomXGlartglC_Tjlw9XcQ7kxxh7n2tNl80XOwh9H9dqmGC-y7ZjI5vvCB3oHOTFoZ3OxdZW7bReUkdMIyUzzpMosLifdDSRC-mUMuI0iTa581Pl38Qqpg/s320/images.jpg)
El clima de montaña español (también llamado de alta montaña o alpino) es propio de zonas situadas a más de 1.200 metros de altitud. En España es propio de los Pirineos, Sistema Central y las Cordilleras Béticas. Se caracteriza por unos inviernos fríos y largos, con temperaturas negativas, y veranos frescos y cortos. Tiene una oscilación térmica de 10,5ºC. Las precipitaciones son muy abundantes en forma de agua en primavera y verano; y de nieve, en invierno y con posibilidad en otoño y primavera. Es una variante de la tundra, aunque más suave. Las montañas tienden a tener condiciones climáticas diferentes del clima zonal donde se encuentran, debido a un descenso de la temperatura con la altura. El gradiente térmico negativo de 0,5-1 ºC cada 100 m supone un aumento de la humedad relativa del aire y la presencia de lluvias orográficas abundantes en la vertiente de barlovento; y menores en la vertiente de sotavento. La orientación con respecto a los vientos dominantes y el sol es de transcendencia vital (ver efecto foehn). También reciben una mayor insolación y un régimen de vientos específico, creando un topoclima diferenciado. Sin embargo, los centros de acción, las masas de aire y los frentes que le afectan son los mismos que en el clima zonal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario